Por la mañana, visitamos el castro de Xaz-Dorneda(**)en Oleiros de la mano del arqueólogo Antón Malde. Presenta grandes fosos y terraplenes. No se encuentran restos de estructuras de viviendas porque posiblemente utilizasen madera y elementos vegetales en su construcción.
A escasos metros, en el lugar de Abeleiras, la ceramista Susana González Amado nos cuenta la historia de la llamada “Casa do Inglés”, en alusión a la fábrica allí levantada por
el ceramista británico Thomas Price. Después, visitamos el castro de As Travesas(**) en Carral. Con una enorme corona, totalmente despejada. Restos de muros en la entrada del castro, que pueden ser de época posterior. No muy lejos, cerca del castro de Alcaiana, Antón Malde nos enseñó una cata arqueológica de la vía XX, la famosa “Vía Per Loca Marítima”. A mediodía, comida en un restaurante de Visantoña-Mesía. Cerquita se encuentra “O Centro de Interpretación das Brañas de Valga”, ubicado en el entorno de un lago artificial. La ceramista Susana González nos abre sus puertas para presentarnos todo el proceso de la cerámica en arcilla.
Por fin, la vista al
santuario castreño de Penafurada(***) en Coirós. Su situación es impresionante, se divisa desde muchos kilómetros a la redonda. Antón Malde nos explicó los distintos espacios del santuario y sus interpretaciones, “auténtico reloj solar prehistórico” según el arqueólogo, que serviría para medir el paso del tiempo y las estaciones.
También existen varios relieves antropomorfos, como el de una mujer con un sexo muy marcado. Y, de una época más tardía, quizás romana, el signo de un báculo, que evidencia la continuidad de este santuario en el tiempo.
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